Bilbao
Ubicado en lo alto del monte Artxanda y extendiéndose por una de sus verdes laderas, este parque infantil ha sido concebido como un proyecto de integración con el entorno, aprovechando los desniveles naturales del terreno para crear un espacio lúdico y muy inclusivo. Un lugar pensado para reconectar con la naturaleza para los bilbaínos.
El diseño parte de una rampa que serpentea suavemente por la ladera, ofreciendo un recorrido accesible y cómodo para todos los usuarios. A lo largo de este trazado, surgen diversas oportunidades de juego: estructuras de cuerda y robinia, pasarelas horizontales en forma de herradura desde las que se deslizan toboganes que recorren la pendiente, y como joya de la corona, una imponente torre doble revestida en madera, que lanza altísimos toboganes pensados para los usuarios más valientes.
El parque se complementa con saltadores, multicolumpios con asientos de todo tipo y toboganes de cinco metros de ancho que permiten un uso simultáneo, fomentando el juego compartido